El día comenzó finalizando la película “Recursos Humanos”, la que no ha pasado inadvertida para ninguno de nosotros, ya que como bien hace gala el título, en ella se ve cómo puede afectar el papel del técnico en RRHH en una empresa. Lo que parecía un futuro esperanzador para nuestro protagonista, resultó ser un fraude a sus expectativas de futuro, un engaño para la empresa y una desilusión para la familia, quedando claro que la diferencia entre clases sociales ya no son infranqueables.
La cuestión que se nos plantea a raíz de la experiencia de este joven es ¿Nosotros actuaríamos igual? ¿Cuál sería nuestro papel como encargados de recursos humanos? ¿Nos atreveríamos a luchar contra la dirección? Sea cual sea nuestra respuesta, lo cierto es que estas desavenencias entre jefes y empleados, actualmente y muy a nuestro pesar, se dan, más de lo que desearíamos. Por lo que no podemos permanecer impasivos a este tipo de actuaciones. Debemos tener claro que papel queremos tomar y como lograr que el bienestar prime en la empresa, tanto a nivel de intereses personales como económicos.
Más tarde, dimos un repaso a los distintos tipos de entrevistas que hay (dirigidas, no dirigidas, secuenciales, de evaluación…) su efectividad y su modo de aplicación.
Realizamos una pequeña dinámica, de la que podríamos valernos en un futuro como prueba de selección; círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos se unían para apreciar así la “personalidad” de nuestro entrevistado; y digo bien, “personalidad”; ya que este tipo de pruebas son test proyectivos. Tienen la fiabilidad que cada uno le quiera dar; ya que carecen de validez empírica que demuestre la veracidad de éstos.
Para acabar el día, intentamos buscar empleados para nuestras empresas; teníamos que pedir el currículum a nuestro candidato y preparar una posible entrevista.
"Otro día más que salgo con ese buen sabor de boca que sabe a la aplicabilidad de un gestor de personal…"
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